Antes de iniciar un tratamiento para presión sanguínea alta se recomiendan pruebas de laboratorio rutinarias para identificar lesiones de órganos o tejidos u otros factores de riesgo. Entre estas pruebas de laboratorio están...
- análisis de orina
- conteo de células sanguíneas
- química sanguínea (potasio, sodio, creatinina, glucosa en ayunas, colesterol total y colesterol de proteína de alta densidad.
- ECG (electrocardiograma).
- Se puede recomendar pruebas adicionales con base en la condición del paciente.